Santa Ana, Contumazá

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Las letras que a continuación se leen, no tratan  ser más que una simple narración de un viaje, y una reflexión muy personal de las realidades que suceden muy cerca de nosotros y alejados a vez.
Al pensar en los pobladores del campo, mucha gente de las urbes cree que todos ellos son felices, suertudos y alegres por vivir allí. Están convencidos también, que cuando visitan a los campesinos, ellos se ponen más contentos aún.


Los visitantes llegan, algo excitados al ver que los terrenos de los campesinos son más grandes que sus casas de ciudad - ¡Estos cholos tienen plata! ¡Ve tanto terreno que tienen! Y, si no tienen plata, es porque son ociosos. ¡Además mira las fiestas que hacen! ¡El campesino es vivazo, lo que pasa es que se hace el zonzo!- afirman muchos visitantes.

Es verdad que los campesinos poseen una gran extensión de terrenos; además de unos cuantos animales. El mal análisis de ello, trajo como consecuencia que desde tiempos coloniales sus tierras y animales fueran deseadas por personas de fuera a su entorno, aprovechándose su buena voluntad. De esa manera, poco a poco, los campesinos fueron desplazados hacia las peores tierras de las zonas dónde vivían. Para comprobarlo, sólo basta fijarse dónde quedan las antiguas casas hacienda y dónde quedan las casas en que vive hoy la gente del campo.

Entonces, hablamos de las dos realidades diferentes que, muy brevemente, ya he mencionado: la visión de un campo lleno de fecundidad, alegría y con vasta extensión de terrenos; y, por otro lado, la realidad del campesino desplazado. En ambos casos juzgados por los crueles e injustificados raciocinios acerca de su empeño hacia el trabajo y su apego a ciertos vicios. Estos enfoques definirían a un campo lleno de prosperidad pero, con gente incapaz e inútil. Esta afirmación es totalmente equivocada Pues, lo que a continuación escribo, hará conocer la vida de un campo más real, que, al igual que toda la zona rural del país, se encuentra alejada, pobre y que ningún individuo citadino quisiera conocer.

Santa Ana es un Centro Poblado del distrito de San Benito, que pertenece a la provincia de Contumazá, ambos enclavados en la cordillera occidental del Perú. En línea recta, se encuentra a 49 kilómetros de la ciudad Cajamarca. Empero, en la línea del desarrollo, mucho más de lo que se pueda contar, ya que las curvas de su carretera hacen llegar al destino en aproximadamente ocho horas de viaje.

La salida de Cajamarca hacia el pueblecito de Santa Ana, nos obliga recorrer varios tipos de sociedades, claramente marcados por la pobreza. Recorremos así, los distritos de San Juan, Choropampa, Magdalena, Chilete, y las provincias de Contumazá y Cascas.

Los primeros cuatro pueblos son los mismos que se recorre para viajar a las ciudades de la costa.

El trayecto desde Cajamarca a Chilete es vistoso, pues se recorre, en corte transversal, varias regiones naturales del país. Se distinguen campos de trigo, oca, cebada, papa, terminando en árboles de mangos y sembríos de arroz. Lamentablemente, esta suerte aleatoria de los pobladores, se ha visto frustrada a consecuencia del derrame de mercurio producido en Choropampa. Este pueblecito maldecido por la mano del hombre, se encuentra entre los distritos de San Juan y Magdalena. Los carros sean particulares, de transporte público o carga pesada, ni se les ocurre parar para almorzar en este pueblo. Ellos tienen miedo de la contaminación producida por el mercurio en el año 2002, que hoy, ya no se encuentra en el suelo, sino, dentro de las entrañas de los pobladores que aún quedan en Choropampa.

Pese a ello, el viaje es relativamente tranquilo. El cambio de geografía y de forma de vida de la gente, comienza a percibirse con más intensidad desde el distrito de Chilete. Éste se encuentra encajonado entre montañas que elevan la temperatura del pueblo.

En estos poblados, uno puede distinguir, desde la cultura serrana de Cajamarca, caracterizada por la timidez de las campesinas, hasta la cultura casi costeña de los pobladores de Chilete. Los pobladores caminan muy orondos al lado de la carretera. Los chiletanos no se consideran serranos, pese haber nacido en la sierra del país. Además, se visten de una manera entre serranos y costeños, que deja un sabor pintoresco en la vista de los viajeros.

Para ir a la provincia de Contumazá se va por la carretera de la izquierda en Chilete, viniendo desde Cajamarca. No es difícil de encontrarla ya que es la única carretera a la izquierda de este pueblo. Ahí comienza la travesía cansada, ardua y polvorienta.

La carretera ya no es asfaltada, es de tierra. El paisaje es seco, deprimente, impregnado de colores amarillentos y arenosos. Pero, al ir subiendo, nuevamente se cuajan con el paisaje serrano de la provincia del cóndor, Contumazá.

Al subir desde Chilete a Contumazá, se recorre unos pueblecitos muy singulares. En uno de ellos se encuentra una iglesia de un siglo atrás aproximadamente. Los rostros de la gente de la zona muestran un semblante cansado y desconfiado, matizado con el color del sol y la tierra. Veo que la gente más joven tiene los mismos surcos que tiene la pach´a mama en tiempo de sequía. Ello parece aumentar la edad de los pobladores.

El clima se vuelve nuevamente frio, el camino se llena de curvas por la misma geografía accidentada. Es en este camino que recuerdo… hay golpes en la vida / tan fuertes/ yo no sé… pues los golpes que uno recibe al viajar no son necesariamente del odio de Dios, como determina Vallejo, sino golpes del odio de un estado ineficaz, representado por gobiernos regionales y municipales ineptos que, ni siquiera, pueden arreglar bien una carretera.

Al seguir subiendo se aprecia los primeros cultivos de la zona que describo en forma ascendente: mango, yuca, camote, arvejas, frejol y waba. Luego encontramos trigo, cebada, papa, olluco, lentejas, etc.

Al arribar a la provincia de Contumazá, uno encuentra una ciudad muy antigua en su arquitectura. Posee también unas pendientes pronunciadas que, en épocas de lluvia, se pueden convertir en unos torrentes peligrosos para los transeúntes.

El viaje no termina ahí, se tiene que seguir. Existen dos rutas para llegar al centro poblado de Santa Ana, nuestro destino final. Las dos son vías que verdaderamente es una proeza atravesarlas. En este viaje elegimos la más corta. Debemos de pasar la provincia de Gran Chimú en su capital Casas, ésta pertenece a la región La Libertad.

El recorrido desde Contumazá hacia Cascas es algo arriesgado. Cuenta con una vía de un solo carril y, si uno se encuentra con otro vehículo en sentido contrario se genera un problema. Algunos choferes, sobrepasan el problema con hidalguía. A veces esa hidalguía se convierte en injurias.

Lo que llama la atención es la construcción de esta carretera. Es literalmente una repisa de roca colgada en el cerro. Varios camiones pierden parte superior de su carreta al querer pasar el túnel que, obligadamente se tiene que atravesar. De ahí, se empieza un descenso hasta llegar a Cascas que, se encuentra muy cerca de nuestro destino final, el Centro Poblado de Santa Ana. En esta provincia, uno distingue los sembríos de uva, con la que producen un rústico vino. En este modelo económico, el estado no es eficiente con impulsar estas pequeñas industrias.

Al llegar al Centro Poblado de Santa Ana se distingue la decadencia del pueblo. De las casas se asoman las sombrías y extrañadas caras de los habitantes para saber quien ha llegado al pueblo.

El centro poblado es muy antiguo y posee mucha historia, que nace desde los habitantes pre inca. El pueblo tiene un color desierto. Es muy seco y casi una hazaña lograr sembrar. Sólo se puede sembrar en época de lluvia. La mayor parte del año, lo único sembrado en las praderas de este pueblo, son sembríos de piedras, contrastados con un polvo que nos envuelve en un manto de calor que, nos hace hundirnos en lo más profundo de nuestro ser. Este calor apesadumbrado parece calar en la cultura de los pobladores que, de alguna manera, los entorpece para realizar faenas de trabajo.

Sin saber que no hay culturas superiores a otras, la cultura santanera, por así decirlo, está aislada de la cultura serrana de donde proviene, despreciándola y deseando ser una cultura mejor. ¿Quién sabe es por sus rasgos físicos caucásicos?, ya que muchos escritos coloniales los definen como los indios blancos de las faldas de Contumazá. Pero, a la vez son despreciados por la cultura que desean ser, pues sus costumbres tienen rasgos serranos. Una mezcla algo confusa.

Esta subcultura aislada de otras, no merece un juzgamiento apresurado, sino más bien una reflexión comprensiva, dando apreciaciones que ayuden a enfocar mejor los problemas que tiene como sociedad.

La economía de Santa Ana no se puede calificar de extrema pobreza. En escalas de economías rurales se encuentra en el nivel de poder vender sus productos a terceros pero. No obstante las cosechas solo se dan con suerte una vez al año.

Estos parajes alguna vez fueron muy prósperos por ser parte del camino de herradura de Cajamarca hacia a la costa. Recorrido tan lleno de costumbres, como bailar encima de una piedra relativamente larga, para no ser asaltados o coger la terciana que, por aquellas épocas azotaba a los viajeros; son ahora olvidados casi por completo de la institución que se llama estado y que ni siquiera su ius imperio se digna hacerse presente en estos lugares. Aquello trae como consecuencia pensar, que los funcionarios del estado no saben, siquiera, de la existencia de este pueblo.

Me cuenta que muchos proyectos se ha intentado este pueblo. Todos estos proyectos apuntaban a financiar estructura material. Esto no es malo pero, si la gente tiene un gran déficit en su propia estructura interpersonal, social y política, ¿cómo se espera se desarrolle con proyectos colectivos si los principales beneficiarios son muy individualistas?

En esta misma situación nos encontramos a lo largo y ancho de este país. Estos paisajes se encuentran marcados por una pobreza que obliga al campesino, caminar horas de horas con el afán de intercambiar productos para suplir sus necesidades, con el único propósito de subsistir. Tampoco reconocen, ellos mismo, el gran potencial que tienen, pues son herederos, si no de sangre, si de territorio y de algunas costumbres de la gente autóctonas de este país, de una riqueza milenaria, que tuvieron el ímpetu de desarrollar mecanismo para trabajar la agreste geografía. De elaborar ellos mismo captaciones de agua y tanques en las alturas de los cerros, para abastecerse de agua en los días secos. Esta tecnología la podemos apreciar a unos kilómetros más arriba del centro poblado de Santa Ana, dónde existe un gran tanque artificial creado en un cerro llamado “La Pastora” que sería, tal vez, cinco siglos atrás el dispensador de agua en tiempos de sequía.

Éste es un problema socio político de estructura del país, donde se refleja el afán de una clase dominante, en dejar en decadencia a otra cultura, atrayéndola y matándola de a pocos, separándola de sus raices que al igual que aquella sigue de oprimida y pisoteada por las clases burguesas que siguen marcando la brecha económica del país, y propiciando una intensa lucha de clases, pese que son la minoría del país.

Ahora bien, la pregunta que nace es ¿qué hacer? Siento que es el párrafo más difícil que me toca escribir, pero me anima a asumir compromisos reales con dos partes inmersos en la historia: los pobladores de Santa Ana y usted, querido lector. Primero afirmo que no debemos de mirar al campo con la mirada de ciudad, con conocimientos adquiridos en aulas, sino con misericordia. La misericordia implica un caminar al lado de ellos y buscar juntos su liberación. En ese sentido es necesario comprometernos en generar espacios de organización comunal, inclusiva, revalorando su cultura, en la que prime la integración comunal. Todo ello con el fin de fortalecer sus estructuras interpersonales, sociales y políticas. De esa manera, podrán tener voz y no ser sujetos de la invisibilidad que poseen cuando acuden al estado.

Espero algún día contar que funcionó en este pueblecito con nombre de santa, o escuchar que en otro pueblecito alguien, partiendo de la reflexión propia del lugar, se comprometió y sacó adelante.

Políticos panfleteros.

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Por: Ricardo León Aguilar

Estos últimos cuatro años del gobierno aprista se han visto marcados por un elevado número de conflictos sociales. Estos se han desatado, en su mayoría, en la sierra y selva del país. La causa podemos afirmar que se debió, principalmente a la desatención por parte del Estado a estas poblaciones. Sin embargo, diversos analistas sociales han determinado que estos conflictos cesarían este año 2010, pues las elecciones harían fluir de otras formas los sentimientos de cólera y rabia reprimida de peruanos por culpa del Estado.

Lo último no sé si es muy cierto, pues han aparecido políticos en los procesos electorales, que en vez de canalizar iras generadas por el gobierno inepto, hacen incrementar estas.

Me imagino que los recursos económicos en Cajamarca, son muy apetecibles para muchos politiqueros. Estos señores, que se han creído el cuento que son líderes hecho por un par de mequetrefes pelmazos que no faltan en los partidos políticos o aspirantes de estos, están interesados en ser los titulares del gobierno regional y provincial. De seguro es más por el dinero que administraría antes que el sentimiento de servicio hacia los demás. Sin meterlos a todos en un mismo costal, es necesario reconocer que también existen candidaturas muy dignas y bien fundamentadas, que nacen desde las bases del pueblo.

El liderazgo es un tema muy trillado desde los colegios, este se basa en la actitud de servicio y ejemplo que tienen algunas personas hacia el resto. Este es el primer ladrillo de una carrera política. Sin embargo, con mucho pesar, escuché que en muchos partidos confunden liderazgo con prepotencia y arrogancia. En el partido aprista, pese a su larga data, habría sucedido que el candidato a la presidencia regional, auto llamado vulgarmente “Pichón”, increpaba a sus militantes jóvenes el hecho que aún no lo conocieran, es más en forma sarcástica, hacia algunos meses, les pedía sus dirección de sus domicilios para que vaya, él mismo, a presentarse. Este acto ciertamente arrogante, no favorece en nada la construcción de una verdadera democracia que nazca desde las entrañas de los partidos políticos. De la misma manera, en un evento sobre gobernabilidad democrática, realizado hace algún tiempo en la Cámara de Comercio, el candidato de Acción Popular, ofreció un museo al candidato aprista, burlándose de lo que se considera patrimonio histórico de Cajamarca, es decir le dijo en otras palabras que es hora que se vaya a un museo. De ser eso así, también llevaría al candidato a la provincia de Cajamarca Ramiro Bardales, pues no es falso que ambos se encuentren en la misma situación.

Otro ansioso y muy desconocido personaje que hace hasta lo imposible por subir al cargo de alcalde provincial, lo tenemos en Rafael Hoyos de Vinatea, sobrino del que según “él” fue el mejor alcalde de Cajamarca. Este personaje que nunca ha vivido en Cajamarca y que en un principio desconocía de la ubicación de algunos centros poblados, pretende gobernarnos. Estas elecciones deben de hacernos mantener un espíritu alerta, pues nos jugamos nuestro futuro, y no es dable que dejemos gobernar a cualquier persona que ni siquiera conocer a nuestra tierra.

Un inglés de sabor Cajacho

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Entrevista a Miguel Garnett por Ricardo León

Conocí a Miguel Garnett en un taller de redacción literaria organizado por el Instituto Nacional de cultura en el año 2002. En aquella ocasión se encontraba frente a jovencitos de 12 a 14 años. Para romper el hielo de su auditorio, lleno de colegiales adolecentes, empezó diciendo: “un hombre a lo largo de su vida debe de sembrar un árbol, escribir un libro y tener un hijo, pero como un curita no puede tener hijos tendré que escribir varios libros”.

Aquello arrancó las risas de todo su auditorio y, todos los colegiales nos entusiasmamos por escuchar a un curita inglés, que andaba en jeans, vestía un polo y usaba gorra que le cubría el rostro y que además pegaba muy bien, pues era cinturón negro en karate. Años después, cuando por azares del destino nos volvimos amigos, me logró sorprender más. Su actitud humilde, inclusiva, de buenos sentimientos, creativa hizo que lo tenga hoy como un maestro y un gran amigo. Hoy doctor honoris causa por la Universidad Nacional de Cajamarca, el cual es un merecido reconocimiento a su trayectoria.

¿Qué sientes al estar más de 40 años en Cajamarca, extrañas a tu primera tierra?

Cajamarca es donde tengo mi casa y mis amigos, es donde me siento realizado como sacerdote y como escritor, es donde gozo de ser parte de una sociedad donde hay muchos artistas. Por supuesto, siempre se siente un vínculo especial con la tierra donde nace, en mi caso Londres, y dijo un sabio del siglo XVIII: “Si te cansas de Londres es porque te has cansado de la vida” Entonces cuando puedo estar en Londres, me siento muy bien, pero ya no es donde me realizo; eso lo hago en Cajamarca.

¿Durante tu estadía que es lo más has detestado de nuestra cultura?

Creo que es la coima endémica y la “viveza criolla” que no es más que una estupidez. Se dice que el vive del zonzo, pero mayormente el vivo vive mal; no sólo engaña a los demás, sino se engaña a sí mismo y resulta ser una persona sin dignidad.

Muchos dicen que eres un multi-oficios ¿pero cuál de todos te gusta más?

Ser sacerdote no es como ser abogado u arquitecto. Es toda una manera de vivir, que afecta hasta lo más hondo de la persona. Siento esto, a pesar de mis fallas. Luego, sencillamente me siento bien, sea escribiendo, pintando, practicando karate, cada cosa en su momento y en oportunidad, como dice el libro de Eclesiastés del Antiguo Testamento.

Te caracterizas por decir lo que piensas, ¿eso te ha traído problemas?

Me mandaron al Perú por haber dicho lo que pensaba y, sin duda, la autoridad eclesiástica que así se quitaba este problema de encima; pero a mí me hizo un favor. En el drama de Hamlet, el viejo Polonio dice a su hijo: “Y, sobre todo sé sincero contigo mismo; esto traerá, como la noche al día, pues no seas falsos con los demás”. Para mí, este es lo que más vale y si te trae problemas de vez en cuando, no importa.

¿Eres bohemio?

La definición de “bohemio” es de una persona inconformista y de vida desordenada que no se ajusta a las convenciones sociales. En mi caso, soy un tanto inconformista, pero mi vida no es desordenada. Hay ciertas convenciones sociales a las cuales no me ajusto y a otras sí. Entonces creo que soy medio bohemio.

Cambiando te tema ¿Qué opinas del proceso electoral en el Perú?

Es como la moción perpetua; siempre se están hablando de elecciones, aún el día después de una elección. Lamentablemente, como en muchas otras cosas en el país, lo que vemos en la democracia es el desorden y la tendencia de pensar que con slogans se puede arreglar el problema de la sociedad.

¿Y el panorama político cajamarquino?

Como en el resto del país, demasiados candidatos que da la impresión de protagonismo personal antes del deseo sincero de servir a la comunidad. Además, salga elegido quien sea, seguramente se va a encontrar bloqueado por una burocracia municipal o regional, donde hay gente nombrada solo sirve para joder.

¿Detestas la política?

La política es de la esencia de la vida social humana; la palabra se radica en la “polis”, la ciudad de los griegos. Entonces no se puede detestarla. Lo que está mal en nuestra sociedad son los políticos profesionales que buscan ser elegidos para servirse a sí mismos y no a la colectividad.

¿Qué opinas del caso Paul Mc Auley? (Caso de Bagua)

Aquí se nota el choque frontal entre el desarrollo económico, con muchas ganancias para algunos a corto plazo, cueste lo que cueste, y el desarrollo más lento en armonía con la naturaleza, que no permiten que todos se beneficien. Además revela una vez más, la arrogancia y la incapacidad de diálogo del gobierno central. Como ya se ha indicado en muchos artículos, la actividad del Hermano Paúl, está en sintonía estrecha con lo que los obispos latinoamericanos han propuesta en “Aparecida” y con los escritos del papa Benedicto.

Tienes una prolífica creación de obras literarias, es más hace poco acabas de publicar una nueva obra, ¿Cuál es tu novela preferida?

Para un escritor creo que cada obra que escrito tiene un a valor propio y es muy difícil distinguirlas entre ellas. Mi última novela “Yo, Cornelio” ha gozado de bastante aceptación por parte de lectores cajamarquinos, personas fuera de Cajamarca y extranjeras como en España, Argentina y los Estados Unidos. Hoy en Cajamarca, la seguimos vendiendo en la librería Alex en la Plaza de Armas y también en ZetaBook Store en el Quinde.

¿Crees que el Cajamarquino lee?

Como es bien cierto, el nivel de lectura en el país es muy bajo. No es que la gente no lee nada, si lee, pero lee la prensa chicha y resúmenes de obras. Es importante no sólo leer, sino también asimilar lo que se lee y reflexionar sobre el, para luego aceptar o rechazar las ideas expuestas. Es por ello que se debe cuestionar las obras en concreto y cemento y debe de haber más inversión en infraestructura, es por ello que vale decir que no sólo de pan vive el hombre, es decir, no sólo de concreto.

La feria de FONGAL

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Por: Ricardo León Aguilar

Hace muchos años los cajamarquinos hemos querido imponer, en el norte, una fiesta espectacular celebrada en el mes patrio. Esta feria, una extensión de las actividades del Fondo de Fomento para la Ganadería Lechera –FONGAL, fue con el transcurso del tiempo reconocida a nivel nacional.

Dentro de Cajamarca, fue considerada un momento de alegría y júbilo en el que los adolescentes, jóvenes y adultos se congregaban al campo ferial para ver a unos cuantos grupos musicales de moda. Este evento que tiene la potencialidad de ser reconocido a nivel nacional, lamentablemente ha ido decayendo año tras año.

¿Por qué ha decaído tanto esta feria? Cuando no se actúa con responsabilidad y veracidad, cosa que con frecuencia sucede en nuestro país, no se logra posicionarse y ganarse un sitial en alguna actividad y es más pierde el prestigio alcanzado. El apresuramiento también juega un papel importante, pues muchas veces adelantamos o afirmamos ciertas cosas que aún están dentro del albur del destino. Esto es lo que ha sucedido en la feria de FONGAL de este año. Y, también vale la pena recordar el bodrio con los músicos que trajeron años pasados, los cuales hasta les acusaron de estafadores a los organizadores de este evento.

Todos los medios de comunicación local, han catalogado como una de las peores ferias de la historia de FONGAL, algo desmesurado a mi opinión, pues es menester también decir que este desastre no creo que se haya hecho de mala intención, sino más bien, por la falta de una buena dirección en la organización del evento; cosa que de seguir así, sí podría ocasionar la muerte de esta singular feria y con ello perder un buen potencial turístico de la región. Pues, basta con haber asistido años pasados para darnos cuenta que este evento es visitado por turistas deseosos de festejar en fiestas patrias.

La región Cajamarca aún se resiste, aunque a duras penas, a ser catalogada como una región netamente minera en vez de ganadera, pues hasta hoy no hemos sabido combinar estas dos fuentes de riqueza, que pueden ser ejes centrales del desarrollo y, más aún, un buen complemento para la satisfacción mutua de estas actividades. La feria ganadera es un buen espacio, si es que se sabe aprovechar, para que por lo menos una vez al año, se pueda ver y sentir que Cajamarca aún tiene tradición ganadera y potencial turístico que pueden ser explotados simbióticamente.

En esta época en la que está de moda enorgullecernos por nuestro país, debemos de comenzar a construir un orgullo regional, difundir nuestros patrimonios históricos, nuestra comida así como nuestras fiestas, que deben de ser parte primordial para promocionar a la región y así obtener más afluencia de turistas.

Historieta virtual de las aventuras de Super Nock

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Muy interesante la creatividad de los autores: Jorge Morales y Adrián Rodríguez



Discurso a la nación: ¡ Se olvidó de Bagua !

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Candidatos cajamarquinos, parte uno

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Por: Ricardo León Aguilar

Los procesos de elecciones en los Estados modernos, tienen la intención de colocar en el poder a personas que representen al pueblo. Este mecanismo permite, tan sólo en teoría, que escojamos a los mejores ciudadanos de la localidad y la región para que sean ellos, las cabezas del poder gubernamental y así, mediante su gobierno satisfacer las necesidades de la población.

En Cajamarca vemos un panorama político de ultratumba y no porque algunos políticos están muy cerca de ella, sino por las absurdas situaciones que han creado. Tan sólo para la provincia de Cajamarca se presentan más de catorce listas de candidatos, muchas de ellas con partidos que nadie conoce. Para las elecciones del gobierno regional, el panorama es muy similar, tenemos 12 listas que postulan a la dirección de esta institución.

Caso singular sucede en el distrito de la Encañada. Ahí postulan 16 listas para las elecciones distritales. ¿El civismo y participación ciudadana se ha incrementado en tal peculiar distrito? Yo no creo, más bien esas postulaciones son el claro escudo de la ambición de unos cuantos mequetrefes, que se creen líderes, para poder administrar el cuantioso presupuesto que ostenta este distrito. Este problema, si bien es general, se materializa en especial en aquel distrito pobre y olvidado con autoridades mezquinas y corruptas. Esta escena burlesca, que nos asquea a gran parte de la sociedad civil, también se repite a nivel provincial y regional. Tenemos desde un candidato que se cataloga patrimonio histórico, no creo por la labor y trascendencia, ya que recién lo conozco, sino más bien por competir en edad con matusalén. Es más, este candidato estrellado trata de venderse bajo su seudónimo de Pichón, que cada vez que lo escucho me hace pensar en el órgano sexual masculino.

Dentro de la misma línea política, pero a nivel provincial, han introducido dentro de sus listas a una persona que representa el transfugismo en Cajamarca, me refiero al actual alcalde de Baños del Inca. Este señor, en un primer momento de su carrera política, fue candidato por Vamos Vecinos, un movimiento formado en la más repugnante mafia fujimontesinista, luego volvió a postular por el partido Fuerza Campesina, tuvo también un breve paso por Acción Popular, con el candidato Javier Pereyra, para terminar en el Partidos Aprista.

Estoy seguro, que los apristas que guardan el verdadero dogmatismo de Haya de la Torre, no están contentos con esa postulación. No puedo dejar de advertir que en la hoja de vida de Julio Dávila, publicado en la página web del Jurado Nacional de Elecciones, indica que no cuenta con ninguna formación académica. Si bien es cierto que cualquier persona puede asumir un cargo público, ello no exime para que no se prepare académicamente al momento de realizar una buena función pública. Dávila Silva, ya pasó por dos gobiernos distritales, es ahí que al menos debió de prepararse y formarse en lo más mínimo para ser un buen gobernante. Pues, caso contrario arriesga todo el aparato estatal por ser una persona no preparada para estos menesteres.

Esta breve descripción casi siempre me ayuda a responderme la pregunta hecha en la obra “Conversación en la catedral” de Mario Vargas Llosa, ¿desde cuándo se jodió el Perú?, desde que somos indiferentes para dejar que esta gente postule a cargos públicos.

Iscoconga símbolo de la exclusión

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Por: Ricardo León Aguilar

La exclusión que han sido víctima los campesinos, viene desde tiempos coloniales. En un tiempo fue un material incalculable para literatos peruanos. Dentro de ellos podemos citar la obra de Manuel Scorza, cuando relata la historia de Garabombo el invisible. El relato trata sobre un campesino a quien las autoridades que representaban al Estado, no le hacían caso, por lo que se creyó invisible y realizó algunas travesuras revolucionarias. Por otro lado, José María Arguedas y Ciro Alegría, entre otros, han relatado extraordinarias historias, tomando como materia prima la exclusión que sufría y sufre la gente del campo.

Hoy en Cajamarca, pretenden hacer creer que la tan loada plaza pecuaria de Iscoconga (hoy ya no llamada siquiera plaza pecuaria) es una obra que traerá beneficios a las personas que comercian ahí sus productos. Muchos sostienen que la infraestructura va a beneficiar a los vendedores, pero se olvidan que también van a caminar un trecho mucho más largo de lo que normalmente caminaban hacia la antigua plaza pecuaria. ¿Qué sucede? ¿Acaso los citadinos quieren alejar cada vez más a la gente pobre que vende en aquel lugar? Déjenme recordarles que los campesinos antes mercadeaban en la Plaza de Armas de Cajamarca, con el tiempo fuimos desplazándolos hacia la zona de Huacaríz; hoy los hemos desplazado hasta el cruce de Llacanora y Jesús.

Las autoridades promotoras de esta mal obra, jamás han visto de cerca a las personas pobres y excluidas, no saben de sus necesitadas. Tener asesores no quita tal ignorancia. Un acercamiento real y concreto con la gente más necesitada no sólo es un acto obligatorio de un gobernante, sino también, un acto que enaltece al ser humano.

El pasado lunes, tuve la oportunidad de escuchar y sentir el descontento de los usuarios de la plaza pecuaria. Desde el funcionamiento de ésta nuevo complejo, tendrán que caminar aproximadamente 45 minutos más, para llegar a vender sus cosas, con la única finalidad de poder sobrevivir en esta nefasta sociedad, cosa que las autoridades parecen no conocer.

En la ciudad falta comprender que, la plaza pecuaria es muy importante no sólo a nivel cultural, sino como un factor trascendental del círculo económico campesino. Existe un comercio muy importante dentro de la economía rural, ahí es dónde pueden comprar ganado a precios razonables. Pues ellos no compran, en su mayoría, vacas de raza fina, sino ganado que pueda subsistir en la agreste geografía en la que viven. De la misma manera intercambian una serie de animales: cerdos, gallinas, ovejas, entre otros.

Eso es nuestro Perú, un cuadro disparejo. En la que aún existe formas costumbristas de intercambio de bienes, pero que los citadinos tratamos de desaparecerlo, de alejarlo, de excluirlo, de negarlo. Una obra no cambiará la realidad y querer hacer de la feria pecuaria, un sitio que calme la conciencia de algunos, en la que los campesinos traten de vender sus pocos animales que poseen ya no sobre barro, pero si sobre un frío cemento cargado de indiferencia, siendo vistos como personas pintorescas para ser puestas en un museo, es lo que no debemos permitir. Por ello debemos de denunciar que obras de infraestructura no cambia la sociedad, y menos cuando es una clara muestra de exclusión.

Los fundadores del COREJU

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Por: Ricardo León Aguilar

Hace pocas semanas se ha constituido el tan ansiado Consejo Regional de la Juventud. Esta institución muy necesaria para la representatividad juvenil, debe ganar legitimidad en todos los jóvenes cajamarquinos, agrupados o no a organizaciones sociales. De la misma manera no sólo debe quedar en un grupo de amigos autoproclamados líderes que sustentan su supuesto liderazgo con certificaditos extranjeros, que sólo tienen valides en las mentes insanas con problemas de autoestima.

El COREJU, así llamado este novísimo ente, no es creación única ni copia del trabajo organizativo de alguna institución en especial; sino, el pedido desesperado de jóvenes por tener una representatividad dentro de los órganos de gobierno. Viendo las últimas cifras censales, nos damos cuenta que la población juvenil, por así llamarla, ha crecido exorbitantemente en toda la región Cajamarca. Este aumento poblacional trae como consecuencia que el Estado, representado en los gobiernos regionales y locales, pongan en su agenda de turno, políticas que favorezcan a este numeroso sector. Sin embargo, tampoco es verdad que el gobierno promocione o avale estos esfuerzos por el simple hecho que se ha vuelto altruista e inclusivo, pues el principal motor y motivo de reconocer la representatividad de los jóvenes, es que sin lugar a dudas se han convertido en actores económicos muy importantes. Un fuerte sector empresarial en las que convergen tanto las micro y pequeñas empresas, son constituidas por jóvenes. De esa manera, el Estado, no puede descuidar a este sector que resulta muy provechoso para el aumento de los ingresos del fisco.

Pero, aquella descripción es tan sólo una cara de la moneda, ya que también tenemos a jóvenes que no poseen la misma capacidad económica que los anteriores. Este sector juvenil ha sido por siempre el más excluido, utilizado sólo en campañas políticas, no para escuchar sus ideas, sino para trabajar de pintores ad honoren de publicidades electorales. Empero, este grupo son los gestores y fundadores más palpables del COREJU, pues sienten que esta organización, fundada en la ciudad de Jaén, es su única voz hacia las autoridades. Esto debe de hacer que mantengamos los ojos bien abiertos con la finalidad de garantizar que este nuevo espacio juvenil no sean un creación para favorecer a un grupo de personas o a intereses políticos personales; sino más bien un espacio de concertación en el que se discuta la problemática de los jóvenes, las oportunidades que les debe de brindar el Estado, para que así puedan ser parte de un verdadero desarrollo sostenible, siendo incluidos en las políticas gubernamentales de la región.

Necesitamos hoy en día fortalecer la participación juvenil, pues de ellos depende y dependerá el sostenimiento del país. No necesitamos jóvenes que se les escuche tan sólo por compromiso o por intereses políticos y económicos, sino escucharlos porque hemos internalizado y comprendemos que ellos serán los gestores de una verdadera patria y de un nuevo, moderno y civilizado país.

Un partido sin “Fuerza Social”

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Por: Ricardo León Aguilar
rleon.aguilar@yahoo.com 

Se dice que cada pueblo tiene el gobernante que se merece. Esto no creo que sea el caso de Cajamarca, estoy seguro que nos merecíamos un presidente regional mucho mejor.

En estas últimas semanas, hemos sido testigos de una serie de decisiones contradictorias del actual presidente regional Cajamarquino, Jesús Coronel Salirrosas. En un primer momento ya estaba listo para dejar el cargo político, con la finalidad de poder postular a una eventual reelección. Esto se frustró a causa de la inminente asunción del cargo por parte del vicepresidente regional, Aníbal Balcázar. ¿Por qué tanto temor, por parte de Jesús Coronel, en que este último personaje asuma el poder? Realmente es inquietante. Los rumores en la calle son diversos; algunos sostienen que por temor a una acuciosa investigación del presente gobierno, otros que de no tener el control del gobierno regional, no podría sobrellevar una candidatura regional. Sin embargo, ninguno de estos rumores es contundente, y sólo nos deja seguir cavilando diversas hipótesis.

Hasta el cansancio se ha criticado a la clase política tradicional, en la que un solo grupo de personas quiere hacerse del poder con fines personales. Es más, clanes familiares pretenden perpetrarse en el poder. Un claro ejemplo de ello es la familia Fujimori, tan repudiada por los actos de corrupción que se suscitaron en su gobierno. Cajamarca no está ajeno de ello, pues ante el desistimiento de postular a la región por parte de Jesús Coronel, no se le ocurrió mejor idea que lanzar a su esposa como candidata por su partido político.

Esto es un claro ardid, digno de la mediocridad de los políticos tradicionales, pues de salir electa Beltina Gonzáles, esposa de Jesús Coronel, ¿quién creen que gobernará la región Cajamarca? La repuesta a ello lo dejo a cada lector, quienes podrán dar su mejor opinión. Sin embargo, no me parece un acto caballeresco, por parte del presidente regional, sacrificar políticamente a su digna esposa. Si bien la política peruana está llena de engaños y tratos bajo la mesa, creo que al menos se debe de proteger moralmente a la familia, cosa que no se está realizando en este caso según mi modesta opinión.

Pretender nuevamente que el partido Fuerza Social, gane la presidencia regional de Cajamarca, sin Jesús Coronel es como tratar de ver las estrellas al medio día, pues lamentablemente el caudillismo político campea en todas las arenas electorales del país. Y, partido político sin su caudillo, es como un grupo de amigos buscando un sueño personal.

En estos últimos cuatro años, el partido que gobierna la Región Cajamarca ha perdido legitimidad, pues dentro de él, se llegó a una guerra mediática de sus dirigentes que salió fuera de los cánones democráticos. Esto ha traído como consecuencia que pierdan mucha gente simpatizante y por ende su fuerza en la sociedad que los había llevado a ostentar el gobierno de la región.

Elecciones 2010, un dolor de cabeza

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Por: Ricardo León Aguilar

La campaña electoral ha empezado. Las paredes cajamarquinas se encuentran atiborradas de pintas y fotografías gigantes de diferentes aspirantes a algún cargo político. Muchos de ellos, con verdadera y reconocida trayectoria en favor del pueblo de Cajamarca. Otros, tan sólo con el ánimo de figurar.

Quiero centrarme en el panorama político local.

Dentro de la provincia encontramos a un supuesto partido político de trascendencia nacional que más parece jaula de fieras, en las cuales todos quieren sacarse los ojos. Si bien es cierto, dentro de los mismos partidos es importante que se desarrolle una democracia para elegir sus representantes, pero eso no significa hacer un pandemonio de estos procesos.

La voluntad humana también es férrea cuando se busca un sueño, no importa la edad y menos la responsabilidad que se tiene para arriesgarse a postular a un cargo político, especialmente cuando se compite en edad con Matusalén. Si bien es cierto que al candidato septuagenario (ex alcalde matarino), nada le impide postular, pero es necesario siempre ser responsables al momento de pretender ostentar un cargo. Debemos de ser consientes de nuestras fuerzas y estado físico si queremos conducir a una localidad.

De la misma manera pensar en llegar a la alcaldía, por el apellido de la familia y más por logros en gestiones ajenas, es una muestra clara de cinismo y falta de personalidad. Es necesario llegar a un puesto, sea político o no, por méritos propios y no como se pretende en la actual escena política, por méritos de otros, aunque sean nuestros “tíos”, algún otro familiar o porque alguna avenida tenga nuestro apellido.

Los planes improvisados de gobierno municipal lo tenemos a la orden del día. Para cada lugar que visitan se les ocurre una nueva promesa, aunque saben que jamás lo podrán cumplir. Esta simplicidad de planteamientos se origina por el desconocimiento que poseen los candidatos de la provincia. No basta saber que tenemos 12 distritos, y que el distrito más alejado es Cospán o que el más pobre es Chetilla, sino que deben de saber la estructura social de cada realidad. Para realizar promesas y elaborar un plan de gobierno, no se debe basar en las palabras de un asesor o de la lectura de un libro, sino más bien del acercamiento real y concreto de la gente del lugar. Es por ello que si el candidato tiene una visión sesgada porque ha vivido toda su vida en Lima o en un pequeño distrito (sin menospreciar el trabajo realizado) jamás servirá como cabeza política de la conducción de un gobierno municipal.

Los ciudadanos, que al menos somos consientes, que viviremos algunos años más en esta localidad, debemos de estar atentos para que cualquier simplón no llegue al poder, pues de nuestra buena elección dependerá no sólo nuestra vida, sino la vida de nuestros hijos y nietos.

Transportistas en huelga

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Por: Ricardo León Aguilar

El novelista limeño Fernando Ampuero nos entregó la obra sugestivamente titulada “Puta linda”, en la que relata una serie de peripecias de un joven aspirante a novelista que se interna en el mundo de las prostitutas. Esta novela corta es interesante, pero, lo que llama realmente la atención es la forma en la que muere el personaje principal de nombre Luis Alberto. Es atropellado en una esquina por una combi.

Este episodio, recoge la realidad de nuestro transporte público. Es por ello, que hace unos años no se decía no se les decía en vano “combis asesinas” a estos armatostes rectangulares que nos sirven de medio de transporte a los que no tenemos vehículos propios. Estos no sólo se dirigen contra el vehículo en sí, sino también con los dos personajes principales de esta escena, es decir el chofer de combi y el cobrado, también llamado el “chuli”. Estos dos personajes nada entrañables de las personas, terminan siendo el motivo de varias cóleras y frustraciones de los pasajeros, transeúntes y otros conductores.

No es secreto que no respetan absolutamente nada, y sus actitudes matonescas y simplonas saltan a la vista, casi siempre van contra un pobre pasajero que no se mueve al ritmo que estos individuos quieren. Primero te mandan a sentarte al fondo del vehículo diciéndote cachosamente que entras, sabiendo que hay tres personas, no muy delgadas, con las que terminarás totalmente apretado. Si tan sólo el cobrador te enviase de buenas maneras, no sería nada malo, pero antes que una petición, parece una orden militar.

Aparte de manejar pésimo y no respetar los derechos de las demás personas, llenan sus vehículos con un número exagerado de gente, todo ello bajo su mentecata frase de “todos quieren viajar”.

Es por todo ello, que sus paros años tras años jamás han tenido legitimidad. La gran mayoría de las personas de Cajamarca nunca han apoyado tales medidas, pues siempre se dirigen a solicitar el cambio de una persona, como si eso solucionara el problema del transporte en la ciudad.

El problema es más de fondo, desde el cambio de concepción de los esquemas mentales de los “disque” llamados empresarios, que manejan torpemente este servicio público. Si tuviesen la verdadera intención de arreglar este problema, se preocuparían en darle a sus trabajadores capacitaciones acerca de la forma en la que deben de tratar a las personas que en buena parte son los que les llenan el plato que comen.

Tampoco se debe de dejar de lado, que en este negocio de transporte, existe una fuerte explotación a los menores de edad. En un gran porcentaje de combis, vemos a niños que abren la puerta, saltan del vehículo en movimiento, cargan paquetes de los pasajeros, gritan por último y cobran el dinero. Lo alarmante de ello es que lo hacen dentro de los días laborales de semana, de ahí salta la pregunta más obvia ¿y en qué momento van a sus clases? Con trabajadores sin educación apropiada no se podrá llegar a nada bueno.

Ante ello, debo rechazar enérgicamente esta huelga o supuesta huelga, pues no recoge un ánimo de arreglar algo, como bien podría ser una injusticia, tan sólo sirve para querer hacer sentar su capricho de algunos empresarios mequetrefes que utilizan menores para armar alboroto. De la misma forma, quiero increpar a las autoridades judiciales a velar por los derechos de los menores, y que esta vez no sean un instrumento de alguna idea desquiciada de algún manifestante.

Mentiras para una reelección a la Región

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Por: Ricardo León Aguilar

Este año está muy entretenido. Las contiendas electorales nos colocan al borde del éxtasis por ver quienes se alzarán como nuestras nuevas autoridades. Dentro de este camino, encontramos a políticos que realmente apuestan por un desarrollo. Pero, por otro lado seguimos encontrando a demagogos que mienten compulsivamente. Hacen resaltar la tozudez de su engaño para hacerse de algún cargo público.

Estos mitómanos políticos, prometen hacer obras que saben que jamás las harán, porque están fuera de su competencia o no tienen el presupuesto para hacerlo. Sin embargo mienten y prometen que lo harán. También existe una acción que es mucho peor que la anterior, que se suscita mayormente cuando tratan de ir a una reelección y, es cuando hacen suyas obras que jamás construyeron, pero se ufanan y difunden que las han hecho.

Hace unas semanas atrás, el Gobierno Regional de Cajamarca, ha emitido un boletín institucional que Jesús Coronel ha ido repartiendo en cada exposición que ha hecho, en la cual hacen suya la “construcción” de la carretera Chilete – Contumazá. Esta carretera, que ya existía en 1980, es adjudicada en su construcción. Es cierto que el Gobierno Regional lo está rehabilitando, pero no pueden hacernos creer que ellos lo han construido. Este error “involuntario” como lo denomina el presidente regional, trae consigo que la gente crea que este gobierno ha construido carreteras dónde ni una vereda siquiera ha hecho.

Ante esta patraña, en una conferencia referida a su postulación a la reelección, en la cual presentaba también sus logros de gobiernos, le inquirí qué se podría esperar de un gobierno que miente acerca de la construcción de una carretera. La respuesta que recibí fue que tan sólo se trató de un error involuntario el colocar que habían hecho tal carretera. Pese a ello, no han utilizado la corrección manual de la fe de erratas, necesaria para estos casos. Empero su respuesta no quedó ahí, haciéndose el ofendido, dio a entender que la pregunta era dirigida con malicia y con intensiones insanas, producto de un artimaña planeada con anterioridad.

Esa pregunta no fue una inquisición organizada dentro de un furibundo partido político, sino la pregunta de un universitario que no ve las cosas claras en su discurso y que siente que le están mintiendo. Menos tuve la intención de ofender, ya que a mi modo de ver, ofensa es lo que dijo Hernando de Soto a Mario Vargas Llosa, cosa que no he dicho, aunque si lo pienso.

Pero en fin, estas elecciones que vienen, nos dan nuevamente la puerta para elegir a autoridades locales que sepan realmente para que postulan, que no sea un trampolín para generarse ganancias, sino que sea para servir el pueblo. De la misma manera debemos estar atentos a que no utilicen mentiras para llegar a tal espacio, pues debemos de dejar de creer en candidatos que ofrecen puentes en lugares donde no hay ríos.

La mamá cajamarquina

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Por: Ricardo León Aguilar

Es curioso sentirnos protegidos cuando estamos cerca de nuestra madre. Sé que no todos las personas deben de sentir esta sensación, pero de seguro tienen que reconocer que el amor de madre es inigualable. Grandiosas novelas han surgido en torno a este tema. Una de las más resaltantes es la obra titulada “La Madre”, del ruso Máximo Gorki, de nombre real Alekséi Maksímovich. Esta novela un tanto amarga, muestra como Pelagia Vlasor, una madre abnegada, apoya a su hijo. Ella, pronto se inmiscuye dentro de los ideales de su hijo Pável, y termina el trabajo iniciado por él, de propaganda marxista revolucionaria. Se convierte luego en un mártir de la libertad. El amor expresado por parte de Pelagia es muy hermoso. Basta leer la emoción que siente al encontrar a su hijo dentro de casa para descubrir el sentimiento que le embarga.

La fortaleza de una madre es única. Un claro ejemplo de ellos la encontramos en Úrsula Iguarán, esposa de José Arcadio y, matriarca de los Buendía dentro de la novela “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. Esta mujer de un temple formidable, es la que lleva la casa por varias generaciones. Pero, con el pasar del tiempo, se convierte en el juguete de los niños descendientes de su tronco generacional.

Dentro de la literatura existe un sinfín de ejemplos dignos de citar, pero siempre el más sobresaliente es el de la realidad; y, más las madres que enfrentan un sinfín de obstáculos con el único propósito de sacar adelante a su hogar. No es secreto que en Cajamarca, tenemos un gran porcentaje de mujeres abandonadas por sus maridos. Y, otro gran número de mujeres que si bien tienen el marido a su lado, son maltratadas por ellos.

Este domingo se celebra el día de la madre y, antes que comprar regalos costosos, debe de hacernos pensar y reflexionar de la situación que viven las madres cajamarquinas. No sólo pensar en las mamás queridas y amadas de nuestras familias, sino, también en la situación real que viven un sin número de mujeres de Cajamarca.

La situación de la mujer cajamarquina, aun sigue sin mucho cambio. Pues, si bien es cierto que loables organizaciones se dedican al empoderamiento en temas de ciudadanía y derechos de ellas, también lo es que no poseen ayuda gubernamental para ello; falta una decisión política que ayude a su trabajo. Si estas decisiones no se plantean desde los órganos de gobierno, no será muy trascendental en la sociedad. Tanto el Gobierno Regional como las municipalidades son los entes encargados de lograr una articulación entre instituciones. Y, si no lo hacen, jamás lograremos un verdadero cambio de los esquemas mentales en relación a la equidad de género.

Las acciones que se pueden hacer son varias, por lo menos que el Gobierno Regional brinde el apoyo debido a la creación del Consejo Regional de la Juventud (COREJU), el cual puede ser un espacio donde concurran organizaciones de madres jóvenes, y así, manifestar su opinión y dar a conocer su problemática.

La decisión política se verá reflejada cuando haya creación de espacios y delegación de funciones importantes, dentro de las instituciones públicas, hacia mujeres. Pues capacidad tienen y aseguro que hay muchas mujeres poseen similar fortaleza que Úrsula Iguarán, así como de Pelagia y, pondrán su mejor empeño en sacar adelante a la localidad.

Los policías y el colegio San Ramón

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Por: Ricardo León Aguilar



Dentro de la literatura encontramos muchos policías que han tenido una conducta muy honrosa dentro de su labor. Un típico ejemplo lo podemos ver en la obra titulada “¿Quién mató a Palomino Molero?” de Mario Vargas Llosa. En ella retrata a dos policías, el teniente Silva y a su ayudante Lituma. Estos policías tratan de descubrir un macabro crimen hecho a un pobre campesino. Luego de las pesquisas y contra viento y marea descubren que el asesinato fue hecho por un coronel de una base aérea. Ellos tienen la bizarría de tratar de desenmascarar a tal coronel, que había matado a Palomino Molero, por haberle encontrado en romances con su hija. La historia es fascinante. Una novela policiaca que trata de develar la muerte de un sujeto, pero, que nos trae mucha enseñanza con respecto a los policías. Estos personajes resaltan por la integridad moral que poseen. Pues al final, tanto Lituma como el teniente Silva, fueron castigados destacándolos a zonas agrestes del país, por haberse atrevido a encontrar al asesino de Palomino que terminó siendo el coronel de la base aérea.

Hace unos días, escribí en este mismo medio, sobre la conducta de los policías que han ocasionado diferentes accidentes de tránsito. Pensé que esas acciones eran las más graves que podrían suscitarse. Me equivoqué.

El ataque cobarde y abusivo que ellos realizaron contra los alumnos del colegio San Ramón superó en gran medida los accidentes de tránsito que han ocasionado. Estos supuestos defensores de los ciudadanos, atacaron cobardemente a un sin número de niños y adolescentes que protestaban contra supuesto actos de corrupción. Golpearon con sus palos de policías a los alumnos como si fuesen criminales. Han dejado varios moretones, pero lo que más han dejado es la angustia y la decepción por parte de estos niños que trataron de hacer llegar su voz a la gente de Cajamarca. ¿Acaso por ser menor de edad no pueden tener voz en la sociedad? Es más ¿no pueden reclamar? Claro que pueden. Un adolescente tiene capacidad crítica para exigir que vayan bien las cosas.

Dentro de este problema que ha violado los derechos humanos de los estudiantes de San Ramón, el presidente de la APAFA de ese colegio, declaró brutalidades, pues mencionaba que el mandaba a sus hijos a estudiar y no a tomar el colegio en justo reclamos. Eso se entiende que no los envía para que formen conciencia crítica y menos para ser buenos ciudadanos. Sin embargo aseguro que los estudiantes deben ser críticos y defensores de sus ideas y, cuando no les hacen casos sus reclamos, obviamente tiene que buscar la manera de hacerlo llegar a la sociedad.

Es momento que todos nosotros nos pongamos a pensar, que si no escuchamos a nuestros jóvenes, el Perú se seguirá jodiendo. Pues la estupidez del adulto en pensar que los adolescente y menos los niños jamás tiene la razón no debe ser motor del destino del país. Por mi parte yo les creo a los alumnos de San Ramón y si necesitan alguna vez de ayuda, tendremos que juntarnos todos los que creemos en mejorar y cambiar al país. Y, si para ello es necesario no sólo tomar el colegio sino Cajamarca, estaremos listos para dar el pecho a favor de las próximas generaciones. De la misma manera obligar a los policías a atrapar a las autoridades corruptas y mediocres, sin miedo a las sanciones inmorales, al igual que los personajes de Vargas Llosa.

Policías vándalos

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Por: Ricardo León Aguilar

Desde niño, al pasar al frente de alguna comisaría, leía: “el que vive para servir, no sirve para vivir”. Esta frase que la encontramos en casi todos los puestos policiales del país, tiene mucho significado. Al tratar de entenderlo, nos damos cuenta que no hay acción más sublime, en el mundo, que servir. El hecho de arriesgarse por otro, hace loable la vida humana.

Dentro de estas verdades, encontramos el oficio de policía. Estos hombres uniformados entregan al albur del destino su integridad física, pues se enfrentan cara a cara contra la delincuencia. Arriesgan su vida, así como, la estabilidad emocional y económica de su familia.

Para ser policía se requiere primero las ganas de servir, luego jurar lealtad a Dios, Patria y Ley. Que en síntesis se enmarca en un respeto a la legislación y estado derecho. En tal sentido, es obligación, conocer y respetar la ley. Y, también entender, que ellos no hacen ni son la ley y, menos que tienen capacidad y facultad para interpretarla. Tan sólo deben de acatarla y dada su condición, ejemplarmente.

Hace unos días, unos efectivos policiales se encontraron manejando imprudentemente una camioneta policial. Se les ocurrió entrar en sentido contrario en la autopista a Baños del Inca, como consecuencia de ello, produjeron un funesto accidente que ha traído la consecuencia la muerte de una persona.

Estos sujetos que en un primer momento deberían ser los guardianes del orden público, terminaron con la vida de un pobre individuo. La desfachatez de estos granujas, ha llegado a tal punto, que han pretendido justificarse en el dosaje etílico del chofer de la camioneta en la que iba el finado, pese que ellos venían por el lado correcto de la autopista. Inclusive, los altos mandos policiales cajamarquinos, lo toman como un justificante de la ineptitud manifestada al momento de manejar un vehículo por parte de los policías. Claro, como a ellos, ni se les detiene cuando no poseen licencias de conducir que podemos esperar.

Con vistosos anuncios alusivos a que a la policía se la respeta, nos quieren hacer creer el cuento que los dosajes etílicos en la Sanidad Policial, siempre dice la verdad, sin dejar de ser un secreto a voces, que en ese establecimiento, supuestamente, vende los resultados de las pruebas de alcoholemia al mejor postor o, al menos les facilitan unos litros de leche para que reduzcan tales porcentajes de alcohol en la sangre. Sin embargo, el dosaje etílico hecho a los policías arrojó 0% de alcohol en la sangre, sin saber que toda persona debe de poseer cierto porcentaje mínimo de alcohol para poder vivir. Esto no sé si viene hacer un acto manifiesto de corrupción o una asnada de laboratorio.

Lamentablemente estos hechos no embarran únicamente a estos oficiales ineptos y mequetrefes que produjeron tal accidente, sino, a todos los buenos oficiales que resguardan el orden público. Hacen desmerecer incluso el ahogado apoyo que se les hubiese dado ante una posible huelga policial. Realmente este acto que ha sido realizado con policías, que más parecían unos bribones de pacotilla. Debemos de empoderarnos para reclamar justicia a esta institución creada y sostenida por nosotros. Y, hacer que velen por la sociedad y no ser un circo asqueroso de algunos vándalos uniformados que se creen la última chupada del mango al momento de obedecer la ley.

Hambruna aprista

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Por: Ricardo León Aguilar

El problema más común que las madres enfrentan cuando sus hijos son pequeños, es sin lugar a duda la inapetencia de ellos. No sé por qué motivo los niños, muchas veces, no quieres comer. Casi siempre paran llenos, al menos de golosinas. Las madres inventan juegos divertidísimos para tumbar la voluntad del no comer de sus hijos; pero, cuando eso falla, intentan asustar al niño para que coma. El clásico monstro llamado “cuco” entra a tallar.

Mi niñez no fue la excepción. Sufría de un cuadro de inapetencia crónica, tan sólo tenía hambre para golosinas. Mi mamá utilizó todos los juegos clásicos en esta materia. Pasó desde el avioncito cargado de comida que tenía que aterrizar en mi boca, hasta el camioncito que de todas maneras tenía que estacionarse. Ninguno de estos métodos funcionó conmigo, salvo uno.

-Tienes que comer, o si no va a volver la hambruna como en el gobierno de Alan García- me decía mi madre –cuando fue presidente no había, leche, arroz ni golosinas; y, si no comes el volverá y nuevamente no habrá nada de comer-.

Por suerte yo había nacido cerca del último año del gobierno de este personaje que me acompañó toda mi infancia, aún así, crecí teniéndole miedo a ese mítico ser. Yo creía que este funesto presidente, era como un monstruo que se había acabado toda la comida del Perú en la década de los 80. Les aseguro, su actual figura no ayuda en nada a menguar aquel temor, pues hoy está con un cuerpo elefantiásico, con promitentes protuberancias que le salen del pecho y que los utiliza dándoles ritmo al bailar. Al verlo, cualquier niño diría que efectivamente este individuo tetón, cuando está en la cúspide del poder volverá la hambruna, pues de seguro todo se lo comerá. Ni Gastón Acurio le podrá hacer frente.

Él quiere comer. Está decido a hacerlo de todas maneras. Basta leer uno de sus tantos artículos “El Perro del Hortelano”, el que no come y no deja comer. Sería muy interesante, que aquella hambre glotona, se dedicase también a comer y destruir la corrupción. Nadie se le cree esas falsas llamadas de atención al poder Judicial por las demoras en el caso de los “Petroaudios”. Se niega a aceptar que su entorno más cercano está involucrado en estos casos de ventas de lotes petroleros. Pero, lo que sí está muy interesado es en ver quien pagó para que se grabasen aquellas secretas conversaciones.

No cabe duda, que gracias a la grabación de ese negociado ilegal, se ha conocido el mayor escándalo de corrupción de este gobierno. Sin embargo, no es aceptable utilizar medios ilegales para descubrir otra ilegalidad, pero cuando está en riesgo el bienestar común, creo que es imperioso recurrir a ello.

Por si ello fuese poco, los indicios de corrupción no han quedado ahí. Para aumentar una raya más al tigre, indultó a José Enrique Crousillat, el dueño de América Televisión que vendió toda su línea editorial a la corrupción de Alberto Fujimori. Gracias a la presión de los medios de comunicación, deshizo el indultó y sacrificó a su ministro y compañero aprista, Aurelio Pastor.

Viendo este panorama político, nos damos cuenta que no sólo es un hecho de personas individuales, sino que muchos de estos actos nacen desde grupos políticos. Es también el caso de Cajamarca, en la que un ex alcalde aprista está envuelto en procesos judiciales por supuestos casos de corrupción en todo su gobierno. Sin embargo, el vetusto aprismo, distorsionado de sus primeros postulados políticos, nos pretende seguir gobernando. No sé con qué intención. Tal vez de perpetuarse en el poder y hacer de las suyas o, con la intención de seguir haciéndonos pasar hambruna tanto de valores éticos como en desatención al pueblo.

El nuevo Código Procesal Penal

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Por: Ricardo León Aguilar

Uno de mis clásicos literarios favoritos es la obra titulada “Los Miserables” de Víctor Hugo. Esta novela narra la vida de un expresidiario llamado Jean Valjean, situándonos en la Francia de las guerras Napoleónicas. Este sujeto, busca desesperadamente conseguir una vida digna y honrosa, a raíz del encuentro con un obispo, que funge de pieza fundamental en el cambio de actitud de Jean Valjean. Lamentablemente, Valjean, será perseguido por el oficial de policía Javert.

Javert cree que un ex convicto jamás cambiará. Ha buscado por más de 20 años a Jean Valjean, acusándolo de diversos cargos. Según el ex presidiario, estuvo en la cárcel por haber robado una hogaza de pan. Esta obra termina siendo una descripción de la condena e injusticia que se vivía en Francia a finales del siglo XIX. En Javert, podemos distinguir el poder estatal de perseguir el delito, que en nuestro medio se manifiesta en el Ministerio Público, particularmente en los fiscales. Ellos, son los encargados de materializar la potestad que hemos cedido al Estado en favor del bien común.

Desde el 1 de abril de este año, hace pocos días, la entrada en vigencia del Código Procesal Penal nos ha tenido con el alma en vilo. Estas nuevas normas en materia procesal penal, han sido difundidas por todos los medios. Los representantes estatales aseguran que estas normas mejoraran el sistema penal, empero, han existidos muchas opiniones en contra.

Hasta hoy son 14 distritos judiciales que aplican esta normativa en todo el país. Pero, ¿qué implica estas nuevas normas? Lo más resaltante es que, prima la oralidad en el proceso, es decir, se dejará de lado los voluminosos escritos que tan sólo hacen crecer el expediente y demorar el proceso. Además de una serie de postulados que responden a las tendencias neo constitucionales frente a un vetusto positivismo jurídico.

El verdadero estudio de los procesos y la capacidad de los fiscales y abogados de los inculpados, se verán en juego, pues si se realiza una acusación mediocre, muchos delincuentes se verán absueltos y, en contraposición a ello, una defensa tenue, ocasionará que muchas personas inocentes corran el riesgo de ser sancionados por actos que jamás cometieron.

Con las antiguas leyes en materia procesal penal, existían varios titulares de la investigación. Por un lado estaba la investigación de los fiscales, por otro lado la de los jueces, rompiendo la esfera de imparcialidad que deberían tener. Eso hacía que los procesos penales sean realmente largos y, es más, muchas personas se encontraban presas mientras seguía su proceso, cayendo en angustia sobre su futuro.

Pese a traernos un sinfín de expectativas, nos preguntamos si el Estado está en la capacidad de asumir esta aceleración de procesos, pues el nuevo código busca una celeridad judicial nunca antes vista en el Perú. Todo ello implica un costo, que no sólo es en dinero, sino también, un costo humano. Esto envuelve que los fiscales, policía nacional y jueces estén debidamente preparados, no sólo en conocimientos, sino en valores morales que ayuden a cumplir estas nuevas normas. Un día hablando con un jurista de talla nacional, me dijo: el problema jurídico peruano, no está en las leyes, sino en los aplicadores de ellas, pues aunque saquemos nuevas leyes y los aplicadores sigan siendo corruptos, nunca cambiará nada.

IZQUIERDA Vs. IZQUIERDA

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Por: Ricardo León Aguilar

A lo largo de la historia del Perú, los movimientos izquierdistas han tenido un sinfín de enfrentamientos y rupturas que terminaron por colmar la arena política, con una variedad de facciones. Una clara muestra de ello, la podemos encontrar en la obra titulada “La Historia de Mayta” del afamado Mario Vargas Llosa. En esta novela, Vargas Llosa, recoge artísticamente la historia de los movimientos izquierdistas peruanos, las rupturas en congresos, los odios sobrevinientes a la conducción política de los partidos, enmarcado en la vida del izquierdista Mayta que funge de personaje principal. También, relata sobre las infructuosas revoluciones que se suscitaron en la sierra peruana.

Sin embargo, en la realidad nacional, la izquierda trató de unirse y hacerle frente a la ultra derecha. Alfonso Barrantes Lingán hizo lo que nadie se imaginaba. Logró que la “mayoría” de fuerzas izquierdistas converjan en una sola lucha, el Municipio Metropolitano de Lima. Realmente este gran político, dejó en alto a la ideología que busca la verdadera solidaridad social y por ende la superación humana.

No sé, que se necesita para ser llamado izquierdista. ¿Tal vez militar en un partido que se proclame izquierdista? O ¿tener las actitudes políticas que lo delaten compartir con esta ideología? Creo que ambos criterios nos hacen determinar quién es, o no, seguidor de esta corriente política.

En este sentido, el panorama político cajamarquino, nos coloca a dos interesantes candidatos que hacen denodados esfuerzo por llegar a la presidencia regional. El sí declarado izquierdista Gregorio Santos Guerrero y el padre Marco Arana Zegarra. En estas últimas semanas, ambos candidatos, han puesto en el candil de la política una lucha apoteósica, por ver quien de los dos puede llegar a ser Presidente Regional. Sé, que con un buen equipo que no sea oportunistas y lame medias, cualquiera de los dos harán un buen papel al mando de la Región Cajamarca. Pero, lamentablemente su simultánea participación les quitará votos a ambos, permitiendo así, que la derecha cajamarquina se enquiste en el poder, perjudicando principalmente a la gente más pobre y sufrida de Cajamarca.

Nuevamente se repite la historia, que parece la maldición de algún brujo malero capitalista; y, servirá para que algún literato encuentre la inspiración necesaria, pues la izquierda, se divide una vez más. Hoy es en Cajamarca. No cabe duda, que la corriente latinoamericana, producto de la insatisfacción que los modelos económicos capitalistas han producido en pueblo, hace que el discurso progresista pegue y convenza en la gente. Y, acompañado de una cara o nombre carismático, de seguro que la tarea iba a ser sencilla.

Hoy tenemos a dos personajes, ambos con cualidades destacas y méritos reconocidos. Es más, alguna vez lucharon juntos en defensa de los rostros sufrientes cajamarquinos, aquella gente excluida, sin más que un triste pasado y un incierto futuro. Pero la candidatura de ambos, perjudica no solo a sus partidos, sino, a la gente que no tiene voz y no existe para la sociedad y el Estado y, que un Gobierno Regional progresista pudiese remediar. Los votos que entraran a las urnas, no favorecerán a la democracia ni al pueblo. Tan sólo, beneficiará a algún candidato de la derecha cajamarquina que buscará seguir con lo mismo, sin ver siquiera a gente pobre que se materializan, específicamente, en las personas más excluidas de la sociedad. Esperemos, que no sea la izquierda misma el culpable a que vuelva a ganar otro simplón derechista. Tampoco que sea la culpable que sigamos dando vueltas a las cuadras sin encontrar la esquina de revolución, en la que la gente valdrá, no por su dinero, sino, por el hecho de ser personas.

Construcción informal

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Por: Ricardo León Aguilar

Hace unos años atrás, hablar de empresas inmobiliarias en Cajamarca era para no creerlo. Poco a poco, el boom de la construcción remeció a la ciudad del cumbe debido a la gran demanda de casas y lotes de terrenos que los habitantes desean adquirir. Carteles de venta de terrenos y casas los encontramos por todos los postes de luz de la ciudad. Ante tal situación económica comenzaron a aparecer empresas inmobiliarias. La mayoría de ellas son formales, poseen el capital necesario para construir edificios y brindar un producto óptimo a todos sus clientes.

De la misma manera que las empresas formales, han aparecido ciertas empresas del mismo rubro, que se colocan nombres similares a algunos slogans del gobierno, referidos a proyectos gubernamentales de casa propia o techo propio. Esto es sin duda con la intención de tener un nombre llamativo y que sirva de marketing. Ello estaría bien si se tratase de un buen producto o, al menos, con buenas intenciones. Lamentablemente aquellos nombres, tan sólo buscan embaucar a algunos incautos que tienen el anhelo de poseer algo propio en este mundo que, parafraseando un título de la obra de Ciro Alegría diría que es ancho y ajeno.

Estos sujetos, dueños de unas seudo inmobiliarias, creen que al autodenominarse empresarios, les dan un nivel de confianza y un estatus superior. Al parecer, no son consientes que no son más que el retrato de lo grotesco y roñoso de la mediocridad de medio país. Venden propiedades ajenas sin tener algún respaldo jurídico, convirtiéndose en unos burdos estafadores. Las consecuencias se verán cuando los nuevos compradores traten de inscribir su propiedad en Registros Públicos.

Este problema no podría llegar a ser mayor, salvo el agravante que vienen cumpliendo algunos notarios públicos de la ciudad. Estos letrados, se han tomando funciones de jueces al momento que la gente acude a ellos. Sin ningún reparo legalizan firmas en documentos, sin explicar a la gente que tal acto tan sólo se dirige a la firma, más no, al contenido de los mismos. Esto ocasiona que la gente caiga en error, pues creen que al colocar un sello y firma de un notario, le da un valor a un documento que ni siquiera, en su pensamiento, Dios puede cambiarlo. No saben que algunos contenidos serán rechazados en un futuro proceso judicial.

En ese sentido, sujetos inescrupulosos, se valen de la buena fe de la gente haciéndoles firmar un papel, que según ellos es un contrato, en este caso de compra-venta de terrenos. Los llevan ante un notario, donde tan sólo se coloca una firma y un sello sin percatarse, por lo menos, de la validez y legalidad de los mismos. Estos hechos han traído consigo una mina de oro para gente facinerosa, que se hacen valer de cualquier documento mal redactado para apropiarse del dinero de la gente, mediante la venta de lotes de terrenos y casas que no les pertenece.

Esperemos que las autoridades hagan algo al respecto. Que no sólo se limiten a inaugurar obras dejando de lado problemas concretos de la ciudad. De la misma forma es necesario que cuestionemos el trabajo de los notarios, pues su función también implica cierto compromiso ético con la sociedad, que al menos, debe de reflejarse en el breve análisis que le corresponde hacer en los documentos que firman, para que luego no le den más carga al Poder Judicial al sellar cualquier absurdo documento.

Funcionario badulaque

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Por: Ricardo León Aguilar

Existen muchos esfuerzos por sacar adelante al país. Diferentes personas han puesto todo por este espacio geográfico. Sofía Mulanovich y Kina Malpartida nos dieron la gloria en competencias deportivas. Nuestras jovencitas del vóley nos hicieron vibrar de emoción; Gastón Acurio fue un gran embajador de nuestra gastronomía, promocionándola por todos los lugares que visitó; por su lado, Magaly Solier conjuntamente con Claudia Llosa nos enorgullecieron por los logros a nivel artístico.

Las propagandas televisivas tratan de resaltar aquello. Muchos peruanos hemos tratado de creer que ya estamos avanzando hacia el tan ansiado progreso del país.

Justamente estaba por creerlo cuando un funcionario mequetrefe de la Gobernación de Cajamarca me volvió a la realidad. Desperté y concluí que el país se cae a pedazos y, no todo es culpa de la desidia de la gente de a pie, sino en muchos casos, de personas insanas que ostentan cargos públicos.

Personalmente no sé para qué demonios sirven las gobernaciones, si no tal vez para molestar a la gente. Esta institución sin mucha representación, también es la culpable de la deplorable situación que tiene el país. Las gobernaciones históricamente dan lo mal llamado “garantías de vida”, que de garantía no tiene absolutamente nada; pero, en el caso de Cajamarca, estos sujetos se niegan, en la mayoría de casos, a recibir documentos de la gente humilde que se atreve a solicitarles aquellas garantías tan emblemáticas. Estas personas que aún creen en el aparato estatal, ven en esta institución la solución inmediata a un problema que tienen. Lamentablemente esta gente son basureadas por algunos sujetos que poseen una inteligencia tan reducida que se asemeja a su estatura. Sin embargo, sin título profesional conocido, terminan siendo gobernadores, disque representantes del Presidente de la República, y como si aquello fuese una justificación, utilizan el reducido poder que tienen para hacer lo que les venga en gana y literalmente fregar a las personas que acuden a ellos.

¿Cuándo comprenderemos que los funcionarios y servidores públicos no nos hacen un favor al atendernos? Es su obligación atendernos con calidad, ya que de nuestros impuestos se llevan un pan a la boca. En consecuencia no pueden hacerse los doctos en leyes y argumentar estupideces para no aceptar documentos. Las leyes en derecho administrativo prohíben que la administración pública, en este caso la gobernación, no quieran recibir un documento, están obligados a recibirlo y responder por las vías que ley determina, sin perjuicio de dar la razón o negarla. Esto lo remarco a favor de una higiene mental que deben de hacer algunas gentes en la gobernación cajamarquina.

Es por ello, que desde este espacio rechazo todas las acciones déspotas que se vienen sucediendo en la gobernación de Cajamarca y que fui testigo cuando el individuo llamado Manuel Bacón Tanta, hace un trato abusivo y despectivo a las personas que vienen a solicitar algo de ayuda a la institución que él dirige. ¿Será el mismo trato a las personas con carnet aprista? A ellos les acepta pedidos que incluso escapan de sus funciones.

Bañosinos beben pichi

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Por: Ricardo León Aguilar
En el año 2008, Cajamarca celebró como nunca. Un concurso a nivel nacional había otorgado al distrito de Baños del Inca, la categoría de la primera maravilla del país.

Este premio encandiló a diversas autoridades que no tuvieron, mejor idea, que colocar un panel electrónico en las puertas del distrito. Aquel panel ubicado al ingreso del distrito, trataba de dar un saludo en inglés y en quechua. Tal saludo era tan largo que ningún conductor podía leerlo completo, en mi caso tuve que pasar al menos cinco veces para poder observar el dichoso saludo.

Al poco tiempo, este artefacto comenzó a tener fallas en algunos espacios de la pantalla. No sé que coherente es colocar un panel de esos, en un lugar que llueve a cántaros. Me imagino que fue la lluvia la culpable que se malogre.

Este aparato debe de haber costado una fortuna y, como no salió de los bolsillos de las autoridades, sino, de los impuestos de nosotros, fue fácil comprarlo. Sin embargo, aquel aparatito no hizo aumentar el turismo y menos, contribuyó al desarrollo de los pobladores de aquella singular maravilla.

Todo este alboroto se produjo gracias al agua termal que nace en aquel lugar, que es considerada medicinal.

En contraposición a ello, se han olvidado del agua potable que consumen los pobladores de Baños del Inca; hasta hoy no poseen una planta de tratamiento para la misma, ya que el agua llega directo de la captación. Este hecho puede pasar desapercibido y hasta ser considerado común en los andes peruanos, pero, se da el caso que el agua potable bañosina, viene contaminada con “pichi”. Las partes altas del distrito están atiborradas de letrinas debido a una mal ejecutada política de higiene campesina. Si bien es cierto que esta técnica puede servir, no obstante, tener más de millar de letrinas, en uso y cerradas, en las partes altas afectan a la capa featica de la tierra, trayendo una contaminación monstruosa a las aguas subterráneas que dan a parar a reservorios de agua potable.

Ante ello, no existe un plan de descontaminación del agua, pues basta saber que al no contar con una planta de tratamiento, esa labor resulta ser imposible. Ante este problema, que ya es un grito de alerta de diversos ingenieros especialistas en el tema, ninguna autoridad se ha pronunciado y, lo que es más peor, lo tienen como un tema sin importancia. Esta actitud, revela una vez más la mediocridad de las autoridades, que en vez de solucionar problemas álgidos de la población que votó por ellos, se centran en realizar obras vistosas pero que no implique un desarrollo de su localidad.

Lamentablemente el problema es muy grave. Pronto se verán las consecuencias, que ni el mismo inca con posición afeminada de la plaza de armas de Baños del Inca podrá solapar semejantes errores gubernamentales.

Me imagino que hoy los Baños del Inca hace mención a su nombre, de convertirse en una baño gigante, que resalte no por sus aguas termales sino, por el agua potable que viene cargada de eses.

Foto: Perolitos de Baños del Inca. (Cajamarca-Perú)