IZQUIERDA Vs. IZQUIERDA

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Por: Ricardo León Aguilar

A lo largo de la historia del Perú, los movimientos izquierdistas han tenido un sinfín de enfrentamientos y rupturas que terminaron por colmar la arena política, con una variedad de facciones. Una clara muestra de ello, la podemos encontrar en la obra titulada “La Historia de Mayta” del afamado Mario Vargas Llosa. En esta novela, Vargas Llosa, recoge artísticamente la historia de los movimientos izquierdistas peruanos, las rupturas en congresos, los odios sobrevinientes a la conducción política de los partidos, enmarcado en la vida del izquierdista Mayta que funge de personaje principal. También, relata sobre las infructuosas revoluciones que se suscitaron en la sierra peruana.

Sin embargo, en la realidad nacional, la izquierda trató de unirse y hacerle frente a la ultra derecha. Alfonso Barrantes Lingán hizo lo que nadie se imaginaba. Logró que la “mayoría” de fuerzas izquierdistas converjan en una sola lucha, el Municipio Metropolitano de Lima. Realmente este gran político, dejó en alto a la ideología que busca la verdadera solidaridad social y por ende la superación humana.

No sé, que se necesita para ser llamado izquierdista. ¿Tal vez militar en un partido que se proclame izquierdista? O ¿tener las actitudes políticas que lo delaten compartir con esta ideología? Creo que ambos criterios nos hacen determinar quién es, o no, seguidor de esta corriente política.

En este sentido, el panorama político cajamarquino, nos coloca a dos interesantes candidatos que hacen denodados esfuerzo por llegar a la presidencia regional. El sí declarado izquierdista Gregorio Santos Guerrero y el padre Marco Arana Zegarra. En estas últimas semanas, ambos candidatos, han puesto en el candil de la política una lucha apoteósica, por ver quien de los dos puede llegar a ser Presidente Regional. Sé, que con un buen equipo que no sea oportunistas y lame medias, cualquiera de los dos harán un buen papel al mando de la Región Cajamarca. Pero, lamentablemente su simultánea participación les quitará votos a ambos, permitiendo así, que la derecha cajamarquina se enquiste en el poder, perjudicando principalmente a la gente más pobre y sufrida de Cajamarca.

Nuevamente se repite la historia, que parece la maldición de algún brujo malero capitalista; y, servirá para que algún literato encuentre la inspiración necesaria, pues la izquierda, se divide una vez más. Hoy es en Cajamarca. No cabe duda, que la corriente latinoamericana, producto de la insatisfacción que los modelos económicos capitalistas han producido en pueblo, hace que el discurso progresista pegue y convenza en la gente. Y, acompañado de una cara o nombre carismático, de seguro que la tarea iba a ser sencilla.

Hoy tenemos a dos personajes, ambos con cualidades destacas y méritos reconocidos. Es más, alguna vez lucharon juntos en defensa de los rostros sufrientes cajamarquinos, aquella gente excluida, sin más que un triste pasado y un incierto futuro. Pero la candidatura de ambos, perjudica no solo a sus partidos, sino, a la gente que no tiene voz y no existe para la sociedad y el Estado y, que un Gobierno Regional progresista pudiese remediar. Los votos que entraran a las urnas, no favorecerán a la democracia ni al pueblo. Tan sólo, beneficiará a algún candidato de la derecha cajamarquina que buscará seguir con lo mismo, sin ver siquiera a gente pobre que se materializan, específicamente, en las personas más excluidas de la sociedad. Esperemos, que no sea la izquierda misma el culpable a que vuelva a ganar otro simplón derechista. Tampoco que sea la culpable que sigamos dando vueltas a las cuadras sin encontrar la esquina de revolución, en la que la gente valdrá, no por su dinero, sino, por el hecho de ser personas.

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