Funcionario badulaque

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Por: Ricardo León Aguilar

Existen muchos esfuerzos por sacar adelante al país. Diferentes personas han puesto todo por este espacio geográfico. Sofía Mulanovich y Kina Malpartida nos dieron la gloria en competencias deportivas. Nuestras jovencitas del vóley nos hicieron vibrar de emoción; Gastón Acurio fue un gran embajador de nuestra gastronomía, promocionándola por todos los lugares que visitó; por su lado, Magaly Solier conjuntamente con Claudia Llosa nos enorgullecieron por los logros a nivel artístico.

Las propagandas televisivas tratan de resaltar aquello. Muchos peruanos hemos tratado de creer que ya estamos avanzando hacia el tan ansiado progreso del país.

Justamente estaba por creerlo cuando un funcionario mequetrefe de la Gobernación de Cajamarca me volvió a la realidad. Desperté y concluí que el país se cae a pedazos y, no todo es culpa de la desidia de la gente de a pie, sino en muchos casos, de personas insanas que ostentan cargos públicos.

Personalmente no sé para qué demonios sirven las gobernaciones, si no tal vez para molestar a la gente. Esta institución sin mucha representación, también es la culpable de la deplorable situación que tiene el país. Las gobernaciones históricamente dan lo mal llamado “garantías de vida”, que de garantía no tiene absolutamente nada; pero, en el caso de Cajamarca, estos sujetos se niegan, en la mayoría de casos, a recibir documentos de la gente humilde que se atreve a solicitarles aquellas garantías tan emblemáticas. Estas personas que aún creen en el aparato estatal, ven en esta institución la solución inmediata a un problema que tienen. Lamentablemente esta gente son basureadas por algunos sujetos que poseen una inteligencia tan reducida que se asemeja a su estatura. Sin embargo, sin título profesional conocido, terminan siendo gobernadores, disque representantes del Presidente de la República, y como si aquello fuese una justificación, utilizan el reducido poder que tienen para hacer lo que les venga en gana y literalmente fregar a las personas que acuden a ellos.

¿Cuándo comprenderemos que los funcionarios y servidores públicos no nos hacen un favor al atendernos? Es su obligación atendernos con calidad, ya que de nuestros impuestos se llevan un pan a la boca. En consecuencia no pueden hacerse los doctos en leyes y argumentar estupideces para no aceptar documentos. Las leyes en derecho administrativo prohíben que la administración pública, en este caso la gobernación, no quieran recibir un documento, están obligados a recibirlo y responder por las vías que ley determina, sin perjuicio de dar la razón o negarla. Esto lo remarco a favor de una higiene mental que deben de hacer algunas gentes en la gobernación cajamarquina.

Es por ello, que desde este espacio rechazo todas las acciones déspotas que se vienen sucediendo en la gobernación de Cajamarca y que fui testigo cuando el individuo llamado Manuel Bacón Tanta, hace un trato abusivo y despectivo a las personas que vienen a solicitar algo de ayuda a la institución que él dirige. ¿Será el mismo trato a las personas con carnet aprista? A ellos les acepta pedidos que incluso escapan de sus funciones.

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