La televisión de Cajamarca

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Por: Ricardo León Aguilar

Debo confesar que no soy muy amante de la televisión local. Son pocos los programas que he visto y que me han gustado. La mayoría de ellos no son más que una rutinaria diatriba de lo malo que sucede en Cajamarca. Pecan de aburridos, pues no se preocupan en ser originales y dar dinamismo a este medio de comunicación.

Pese a ser inspiradores del sueño, muchos alucinan que poseen poder dentro de los caminos políticos de la sociedad cajamarquina; y, algunas autoridades despistadas también lo creen. Es así, que muchos de ellos venden su espacio, poco reconocido, al mejor postor político con la finalidad que no se hable mal de ellos.

Cajamarca reúne a una singular sociedad televisiva, tenemos desde eufóricos conductores hasta los más parsimoniosos que suplantan perfectamente una buena pastilla de diasepam. Han ingresado a la pantalla chica, pero no a la memoria de la gente. Alguna vez escuché en un programa local, una entrevista que le hicieron al fantoche de Beto Ortiz (que muchos conductores lo admiran) en la que decía que la televisión no se ha hecho para educar, sino para entretener. Este consejo hecho por elocuente y burdo Ortiz fue repetido varias veces en un canal cajamarquino. Sin embargo, el noventa por ciento de programas televisivos no hace ni una ni la otra. Se han convertido, salvo grandes y jóvenes excepciones, en un plato desagradable que tenemos que comer si consumimos televisión local.

La televisión local, me hace pensar que sirve como ventana de callejón, pues, algunos conductores se tiran barro de un lugar a otro, a la misma hora, pero en diferentes canales. Ciertos políticos han seguido su ejemplo y mediante llamada telefónica descargan su hígado contra su enemigo, esperemos que estos por lo menos los vean para configurar el juego.

Luego de haber hecho una reseña sincera, debo reconocer que gracias a algunos de ellos, se han destapado actos de corrupción en las diferentes entidades estatales; pero también es menester precisar que la mayoría de cajamarquinos no se enteraron por la televisión, sino, por otros medios y, algunos jamás se enteraron.

Parte del problema es que la televisión actual está hecha por cuadras, pues hay canales que su ridícula señal sólo llega a unas cuantas casas alrededor de ellos, no hay inversión real para mejorar la tecnología y aspirar que las señales cubran toda la región. La gran mayoría de programas televisivos tienen la orientación de informativos políticos y un supuesto espacio de denuncia social, pero la verdad es que los conductores, salvo algunos de ellos, no se enganchan con los televidentes. La poca gente que los ve, conoce por anticipado, que cuando los lobos se disfrazan de mansos corderos, no solo tienen su subconsciente con ansias de negocios oscuros sino que su pluma, si no está alquilada, está vendida.

Es por todo ello que como televidente cajamarquino, prefiero ver una novela del 11 en vez de quedarme dormido a las 8 de la noche.

1 Comentário:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, hace mucho que he perdido el gusto de sintonizar los canales locales, si no es política, no hay nada de producción local. Salvo aquellas veces en que reemplazan su señal por la de un canal internacional para captar alguito más de atención.
Sin contar lo lícito de poner películas que ni siquiera se estrenan en el cine y que creo es lo mejor que pueden hacer para captar audiencia.
Una lástima por nuestros medios locales.

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