La mamá cajamarquina

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Por: Ricardo León Aguilar

Es curioso sentirnos protegidos cuando estamos cerca de nuestra madre. Sé que no todos las personas deben de sentir esta sensación, pero de seguro tienen que reconocer que el amor de madre es inigualable. Grandiosas novelas han surgido en torno a este tema. Una de las más resaltantes es la obra titulada “La Madre”, del ruso Máximo Gorki, de nombre real Alekséi Maksímovich. Esta novela un tanto amarga, muestra como Pelagia Vlasor, una madre abnegada, apoya a su hijo. Ella, pronto se inmiscuye dentro de los ideales de su hijo Pável, y termina el trabajo iniciado por él, de propaganda marxista revolucionaria. Se convierte luego en un mártir de la libertad. El amor expresado por parte de Pelagia es muy hermoso. Basta leer la emoción que siente al encontrar a su hijo dentro de casa para descubrir el sentimiento que le embarga.

La fortaleza de una madre es única. Un claro ejemplo de ellos la encontramos en Úrsula Iguarán, esposa de José Arcadio y, matriarca de los Buendía dentro de la novela “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. Esta mujer de un temple formidable, es la que lleva la casa por varias generaciones. Pero, con el pasar del tiempo, se convierte en el juguete de los niños descendientes de su tronco generacional.

Dentro de la literatura existe un sinfín de ejemplos dignos de citar, pero siempre el más sobresaliente es el de la realidad; y, más las madres que enfrentan un sinfín de obstáculos con el único propósito de sacar adelante a su hogar. No es secreto que en Cajamarca, tenemos un gran porcentaje de mujeres abandonadas por sus maridos. Y, otro gran número de mujeres que si bien tienen el marido a su lado, son maltratadas por ellos.

Este domingo se celebra el día de la madre y, antes que comprar regalos costosos, debe de hacernos pensar y reflexionar de la situación que viven las madres cajamarquinas. No sólo pensar en las mamás queridas y amadas de nuestras familias, sino, también en la situación real que viven un sin número de mujeres de Cajamarca.

La situación de la mujer cajamarquina, aun sigue sin mucho cambio. Pues, si bien es cierto que loables organizaciones se dedican al empoderamiento en temas de ciudadanía y derechos de ellas, también lo es que no poseen ayuda gubernamental para ello; falta una decisión política que ayude a su trabajo. Si estas decisiones no se plantean desde los órganos de gobierno, no será muy trascendental en la sociedad. Tanto el Gobierno Regional como las municipalidades son los entes encargados de lograr una articulación entre instituciones. Y, si no lo hacen, jamás lograremos un verdadero cambio de los esquemas mentales en relación a la equidad de género.

Las acciones que se pueden hacer son varias, por lo menos que el Gobierno Regional brinde el apoyo debido a la creación del Consejo Regional de la Juventud (COREJU), el cual puede ser un espacio donde concurran organizaciones de madres jóvenes, y así, manifestar su opinión y dar a conocer su problemática.

La decisión política se verá reflejada cuando haya creación de espacios y delegación de funciones importantes, dentro de las instituciones públicas, hacia mujeres. Pues capacidad tienen y aseguro que hay muchas mujeres poseen similar fortaleza que Úrsula Iguarán, así como de Pelagia y, pondrán su mejor empeño en sacar adelante a la localidad.

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