Historieta virtual de las aventuras de Super Nock

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Muy interesante la creatividad de los autores: Jorge Morales y Adrián Rodríguez



Discurso a la nación: ¡ Se olvidó de Bagua !

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Candidatos cajamarquinos, parte uno

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Por: Ricardo León Aguilar

Los procesos de elecciones en los Estados modernos, tienen la intención de colocar en el poder a personas que representen al pueblo. Este mecanismo permite, tan sólo en teoría, que escojamos a los mejores ciudadanos de la localidad y la región para que sean ellos, las cabezas del poder gubernamental y así, mediante su gobierno satisfacer las necesidades de la población.

En Cajamarca vemos un panorama político de ultratumba y no porque algunos políticos están muy cerca de ella, sino por las absurdas situaciones que han creado. Tan sólo para la provincia de Cajamarca se presentan más de catorce listas de candidatos, muchas de ellas con partidos que nadie conoce. Para las elecciones del gobierno regional, el panorama es muy similar, tenemos 12 listas que postulan a la dirección de esta institución.

Caso singular sucede en el distrito de la Encañada. Ahí postulan 16 listas para las elecciones distritales. ¿El civismo y participación ciudadana se ha incrementado en tal peculiar distrito? Yo no creo, más bien esas postulaciones son el claro escudo de la ambición de unos cuantos mequetrefes, que se creen líderes, para poder administrar el cuantioso presupuesto que ostenta este distrito. Este problema, si bien es general, se materializa en especial en aquel distrito pobre y olvidado con autoridades mezquinas y corruptas. Esta escena burlesca, que nos asquea a gran parte de la sociedad civil, también se repite a nivel provincial y regional. Tenemos desde un candidato que se cataloga patrimonio histórico, no creo por la labor y trascendencia, ya que recién lo conozco, sino más bien por competir en edad con matusalén. Es más, este candidato estrellado trata de venderse bajo su seudónimo de Pichón, que cada vez que lo escucho me hace pensar en el órgano sexual masculino.

Dentro de la misma línea política, pero a nivel provincial, han introducido dentro de sus listas a una persona que representa el transfugismo en Cajamarca, me refiero al actual alcalde de Baños del Inca. Este señor, en un primer momento de su carrera política, fue candidato por Vamos Vecinos, un movimiento formado en la más repugnante mafia fujimontesinista, luego volvió a postular por el partido Fuerza Campesina, tuvo también un breve paso por Acción Popular, con el candidato Javier Pereyra, para terminar en el Partidos Aprista.

Estoy seguro, que los apristas que guardan el verdadero dogmatismo de Haya de la Torre, no están contentos con esa postulación. No puedo dejar de advertir que en la hoja de vida de Julio Dávila, publicado en la página web del Jurado Nacional de Elecciones, indica que no cuenta con ninguna formación académica. Si bien es cierto que cualquier persona puede asumir un cargo público, ello no exime para que no se prepare académicamente al momento de realizar una buena función pública. Dávila Silva, ya pasó por dos gobiernos distritales, es ahí que al menos debió de prepararse y formarse en lo más mínimo para ser un buen gobernante. Pues, caso contrario arriesga todo el aparato estatal por ser una persona no preparada para estos menesteres.

Esta breve descripción casi siempre me ayuda a responderme la pregunta hecha en la obra “Conversación en la catedral” de Mario Vargas Llosa, ¿desde cuándo se jodió el Perú?, desde que somos indiferentes para dejar que esta gente postule a cargos públicos.